viernes, 25 de julio de 2008

Un Techo para Chile: Nuestro embajador Mundial

Yo creo que todos saben que es "Un techo para Chile", el objetivo, la finalidad, la importancia que tiene, la búsqueda de erradicar todo los campamentos hasta el 2010, pero lo que todos no saben es que se ha transformado poco a poco en nuestro embajador mundial, ya que todos los países han tomado como ejemplo esta actividad solidaria. Vean la siguiente noticia:

No sólo del salmón, el vino y las frutas vive la exportación de Chile. La organización Un Techo para Chile, que nació del deseo de erradicar la pobreza de nuestro país, se ha convertido en un "producto de exportación" que queremos destacar. La idea surgió en 1997 en Chile. Unos idealistas estudiantes de la Universidad Católica decidieron hacer un "voluntariado activo" e idearon la construcción de hogares de emergencia en zonas llamadas "marginales". Rápidamente lograron levantar 50 casas del tipo media agua en Arica, financiadas por los mismos estudiantes. La exitosa iniciativa tuvo nombre propio, un techo para Chile, y en el 2000, con el apoyo de la iglesia y el gobierno, se habían logrado levantar 2.167 viviendas con la participación de 10.000 voluntarios. Al día de hoy, ya se han instalado más de 25 mil hogares y la organización es la segunda en recaudación en el país. UN PROYECTO INTERNACIONAL En enero de 2001 dos grandes terremotos sacudieron El Salvador y, gracias a un intercambio académico, un grupo de jóvenes exportaron la idea a ese país para enfrentar las devastadoras consecuencias de los sismos. Así, la idea saltó la Cordillera y se propagó rápidamente por toda Sudamérica. Alfonsina Almandoz, estudiante de Arquitectura y coordinadora general de "Un techo para Uruguay", afirma que "hasta ahora son 11 los países que ya han implementado el proyecto. Nosotros empezamos a desarrollarlo en junio de este año. En agosto estuvimos en Valparaíso donde se firmó un convenio entre todos los países participantes y, como broche de oro, se construyeron 30 casas". Fue entonces cuando surge un desafío aun mayor: compartir el método de trabajo y la experiencia en otros países de la región. De a poco se fue colaborando con cada uno de los proyectos, consolidándose de esta manera el camino para formar una red latinoamericana de jóvenes con un fin común, SUPERAR LA POBREZA. Hoy se pretende seguir con este rumbo, creando nuevos desafíos que se transforman en proyectos. Las metas siguen siendo grandes, pero cada día se cuenta con más voluntarios que se suman a Un Techo Para Mí País, que nace de la convicción de que un mundo más justo es posible si es con la ayuda de todos. Fuentes: - Diario El País (Urugay)


Y unos vídeos para complementar la información:





Recuerda estas imágenes y vídeos cuando estés de vacaciones, ese momento lo puedes entregar para que este mundo sea mejor.